Programa: “Aquí en la Onda”, con Alberto Granados (Onda Cero).
Muy pocos espacios protegidos de Europa pueden presumir de haber celebrado su centenario, una efeméride señalada. Declarado en el año 1918, se denominó en su origen Parque Nacional del Valle de Ordesa o del río Ara, ampliándose sus límites posteriormente (en 1982), pasando a proteger a muchos otros rincones de este privilegiado enclave pirenaico. Al Valle de Ordesa se sumaron otros valles: el Cañón de Añisclo, las Gargantas de Escuaín y el Valle de Pineta, además de, por supuesto, el Macizo de Monte Perdido.
El Parque Nacional alberga una infinidad de especies de flora; unas 1.400 especies, la mitad de todas las que hay en Pirineos, están presentes en el Parque, destacando entre muchas otras la oreja de oso, el famoso edelweiss o flor de nieve o plantas muy singulares como la Borderea pyrenaica. Entre la fauna, el quebrantahuesos es uno de los emblemas del Parque, junto con los rebecos o sarrios. Menos conocidos, aquí se pueden localizar varios anfibios y reptiles endémicos o exclusivos de los Pirineos: el tritón pirenaico, la rana pirenaica y la lagartija pirenacia, verdaderas joyas de nuestra fauna.